Dicen que es una tropa de
jinetes,
O una escuadra de infantes,
O una flota lo más bello
en la tierra a lo que hay que
cantar.
Pero yo digo que es la persona
amada.
Si te miro, mi
voz no me obedece, mi lengua queda rota, un suave
fuego corre bajo mi piel, nada
veo con mis ojos, me zumban los oídos, brota de
mí un sudor, un temblor se
apodera de mí toda, pálida cual la hierba me quedo y
a punto de morir me veo a mí
misma.
El amor,
Eros, otra vez, el que afloja los miembros,
embriagador me arrastra,
dulce y amarga, invencible
serpiente.
(Afrodita)Ven junto a mí también ahora, y líbrame de mis
amargas
penas, y lo que mi alma anhela que se cumpla,
haz que se cumpla, y tú misma
en esta guerra sé mi aliada.
Eros ha sacudido mis entrañas,
como el viento que en el monte sobre las encinas se abate.
Llegaste e hiciste bien, te estaba yo buscando
a ti, que has refrescado mi corazón que ardía de deseo.
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