domingo, 18 de octubre de 2015

Adecuado tras el fin de semana



El juego de los griegos para animar la fiesta –o, para ser más exactos, su simposio o banquete (“reunión de bebedores” o “bebida en común”)– era el  cótabo‘ (‘kottabos’ en griego), practicado aproximadamente entre el 600 y el 300 a.C. En todo simposio se celebraban las típicas libaciones en honor a los dioses, y especialmente a Dioniso, el dios de la vendimia y el vino al que, de una forma u otra, seguimos venerando actualmente.
Durante esos simposios, los griegos se desmelenaban, y mucho. Los hombres, jóvenes o ancianos, se reunían en su ‘andrón‘ y se entretenían con bailarinas, cortesanas y flautistas mientras bebían vino y jugaban al ‘cótabo’, que consiste básicamente en lanzar el vino al centro de la sala.
  Hay dos variantes para jugar al ‘cótabo’: en una, el objetivo es derribar, con el líquido sobrante de la copa, un disco equilibrado sobre una varilla de metal situado en el centro de la habitación. En la otra variante, los participantes deben hundir pequeños platos que flotan en un cántaro de agua, moviendo la copa cual ‘frisbee para lanzar el vino.

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